Silvia Ungidos
Nápoles te robará el corazón, es posible también que la cartera. Sabrás al poco de pisarla que no hay, no puede haber otra ciudad que se le parezca. Nápoles te robará el corazón. Pero si has llegado allí en avión y en el aeropuerto de Capodichin se te ocurre coger un taxi, antes de que la ciudad te robe el corazón se encargará el taxista de subírtelo desde el pecho a la garganta, gracias a una habilidad particular italiana que aquí alcanza su máximo virtuosismo. Es la capacidad que tiene el conductor napolitano para circular por sus carreteras ignorando por completo la convención de las señales y el trazado marcado. Amarás como a ninguna otra la peligrosa creatividad de Nápoles, que ya desde el primer momento se manifiesta con riesgo y vitalidad inigualables.