Autor: admin 21 mayo 2009

Rafael Toriz

En principio pareció una fantasía, un arrebato literario: el viernes 24 de abril desde muy temprano la caótica ciudad de México —territorio siempre signado por la demasiada gente— se mostraba desolada y fantasmal, casi en absoluto silencio. Una nimiedad tan poderosa como puede serlo un estornudo había logrado lo que sólo sucede en París y Nueva York: hacer del Distrito Federal el epicentro mundial del apocalipsis. En esta ocasión, para nuestra sorpresa, la catástrofe brotaba de las tierras del tequila.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Rafael Toriz

A Mariana Veiga

Somos la ciudad y somos algo distinto:
somos su pregunta y su negación,
su conciencia y su poema

(Octavio Paz)

Esplendorosas y miserables, rudimentarias o maravillosas, las ciudades verdaderas son un imán de las pasiones. Pesadas como la culpa o ligerísimas como las nubes, todas las ciudades encierran un misterio. Quebrantar sus fortalezas o abandonarse a sus embrujos son las únicas posibilidades para palparlo y, con un poco de suerte, acaso hacerlo nuestro.

Describir las ciudades es descubrir el cuerpo propio. Caminar sus calles es poseer pasos perdidos y olvidados; de allí que viajar implique obedecer las intuiciones.