Autor: admin 21 julio 2009

Pelayo Fueyo
El libro de la discordia
Deva, Ateneo obrero de Gijón, Gijón, 2008

Pelayo Fueyo (Gijón, 1967), después de la publicación 
de su último libro de poemas La herencia del silencio 
(Pre-Textos, Valencia 2003) y de la recopilación por la misma editorial de su poesía completa en el año 2008, vuelve ahora a ofrecernos la inmensa calidad de su poesía en un libro que con el título El libro de la discordia publica la prestigiosa colección gijonesa «Deva», que bajo la dirección del poeta Xosé Bolado, y desde 1986, viene editando la obra de un buen número de poetas no solo asturianos, sino de otras latitudes.

Autor: admin 16 noviembre 2008

Pelayo Fueyo
Poesía completa
Pre-Textos, Valencia, 2008

Cabría preguntarse por qué la obra de Pelayo Fueyo (Oviedo, 1967) no ha alcanzado el puesto que merecía en la poesía española. Es cierto que figura en algunas antologías importantes y que sus últimos libros han sido publicados por editoriales de primera línea. Pero, con todo y con eso, su trascendencia está por debajo de su calidad y no es el nombre indiscutible que debería ser. Si la poesía es un género minoritario, y parece ser que lo es, Pelayo Fueyo es aún más minoritario: acaso un poeta de culto, apreciado por unos pocos; un raro entre los raros.

Fueyo ha publicado ahora su Poesía completa (tal es el soso título) y quizá sea esta una estupenda oportunidad para darse a conocer entre un público más amplio. Es la ocasión, al menos, de revisar una obra llena de complejidades, coherente consigo misma desde los primeros textos a los últimos; una obra que se nutre de pensamiento y de experiencia y de la propia literatura para ir siempre un poco más allá de lo inmediato, de lo evidente y consabido.

Autor: admin 25 septiembre 2008

Pelayo Fueyo

Jueves, 8 de noviembre de 2007. Estoy cansado de conversar con las cosas de mi casa. Como soy poeta, ellas quieren que les otorgue una nueva función. Quizá ser metáforas de una alegoría que yo no represento. Y es que soy una momia. También se me pasan por la cabeza ideas que son imágenes mágicas. Pero nadie podría constatarlo. Es de noche, y el reloj de arena se ha roto por el centro. Tengo un sueño que se parece a la eternidad.