Autor: admin 2 julio 2009

Norberto Luis Romero
Emma Roulotte es usted
Eclipsados, Zaragoza, 2009

El «autor» se ha atascado prácticamente al inicio de la narración. Al parecer no ha considerado necesario plantearse previamente el argumento, la estructura, los personajes ni mucho menos qué papel les hará jugar.

Solo tiene a un muchacho anodino y sin nombre con un propósito que lejos de resultar misterioso, en realidad parece vago, además de recordar peligrosamente a propósitos similares de otras muchas historias.

Igual sucede con la noche brumosa y el paisaje del pueblo perdido en la geografía a la que ha conducido al joven, a fuerza de descripciones manidas y lugares comunes.

Autor: admin 2 julio 2009

Juan Bonilla
Tanta gente sola
Seix-Barral, Barcelona, 2009

En la solapa de este su nuevo libro, Juan Bonilla bromea con su bibliografía diciendo que en ella «se hacinan los títulos» pero que en realidad tan solo ha escrito un libro de poemas, uno de ensayos y uno de relatos, repartidos estos tres libros en varios volúmenes. Además de la buscada exactitud de la prosa, y de la aparente boutade, en realidad Bonilla está dando una clave fundamental para acercarse a su obra: la unidad temática y estética de la que hace gala. Hay que entender que lo cómico suele ser el disfraz más práctico y útil de la verdad. Una manera de hacerla más digerible. Porque su trayectoria demuestra una coherencia mayor de lo que esos más de veinte títulos hacinados podría dar a pensar. Los temas recurrentes que aparecen de nuevo en Tanta gente sola estaban ya en el originario Minifundios. Desde los temas —el deporte como escenario perfecto para mostrar las frustraciones de la infancia, por ejemplo—, hasta algunas obsesiones —esa metalilteratura que llega a dar título a uno de los cuentos de este nuevo libro serviría también como muestra—, o referencias constantes —posiblemente es Bonilla quien mejor y más inteligentemente ha leído los Me acuerdo de Perec, y sirva como muestra el relato que cierra este volumen o el libro Je me souviens, una de esas perlas escondidas en su trayectoria—. Pero, más allá de esos detalles más o menos anecdóticos —a fin de cuentas cualquier lector asiduo sabe que lo de menos es el qué y lo verdaderamente importante es el cómo se consigue dotar de verdad a través del cómo a esa historia—, lo más interesante de Bonilla anida en su mirada. Una mirada que bebe del periodismo y de la mejor literatura, capaz de fijarse en la anécdota significativa que se esconde en los pliegues menos transitados de la realidad, y una voracidad lectora que permite contar con un arsenal de recursos a la hora de transformar esa realidad en verdad literaria. Por eso todos los cuentos —como los poemas, como los ensayos— de Bonilla, están atravesados por una porción significativa de vida y dejan un muy satisfactorio poso de verdad. Sucede con estos nueve cuentos que conforman Tanta gente sola, pero también se da en muchos de sus poemas, en sus ensayos, en alguna novela.

Autor: admin 21 mayo 2009

Javier Cercas
Anatomía de un instante
Mondadori, Barcelona, 2009

La literatura sirve para muchas cosas. A veces es un método de conocimiento, a veces un entretenimiento, en ocasiones solo la «fermosora cobertura», el grato excipiente que nos permite tragar mejor útiles pócimas. A Javier Cercas le ha servido para mentir con la verdad.

Tras renunciar a su intención primera de novelar la novelera historia del 23-F, decidió escribir un reportaje que no renunciara a las amenidades de la ficción. Y ciertamente ha conseguido un libro apasionante, aunque a ratos amaneradamente retórico; un reportaje bien documentado y lleno de detalles exactos, pero sustancialmente falso.

Autor: admin 21 mayo 2009

Ian Gibson
Lorca y el mundo gay
Planeta, Barcelona, 2009

¿Le quedaba algo por decir a Ian Gibson sobre la vida y la muerte de Federico García Lorca después de los miles de páginas que le ha dedicado? Abrimos su nuevo libro con un cierto escepticismo, pero no tardamos en darnos cuenta de que hay algo más que morbosa curiosidad en esta minuciosa indagación en la sexualidad lorquiana, en este recuento de anécdotas no siempre desconocidas.

La homosexualidad de Lorca, que él quiso discreta, nada reinvindicativa, no se reduce a un dato de su vida privada que el admirador de su poesía y el estudioso puedan dejar pudorosamente al margen. Conoció desde niño el desprecio, la brutalidad de una sociedad homófoba y su muerte no fue solo un crimen político; la saña de los asesinos no estaba motivada únicamente por sus simpatías izquierdistas. La misma mañana de su asesinato, ocurrido el 18 de agosto de 1936, Juan Luis Trescastro entró en un bar granadino y dijo en voz alta, para que todos le oyesen: «Acabamos de matar a Federico García Lorca. Yo le metí dos tiros en el culo por maricón».

Autor: admin 21 mayo 2009

Giacomo Leopardi
Diario del primer amor
Traducción de César Palma
Errata Naturae, Madrid, 2009

Puede parecer, en una primera ojeada o incluso tras una primera lectura, que este Diario del primer amor de Giacomo Leopardi es un resto arqueológico, y que si tiene algún interés será únicamente para los muy devotos del solitario de Recanati. Es, de hecho, lo que a mí me pareció al leerlo por primera vez. Sin embargo, después de haberlo releído despacio, pensando en su canto X, «El primer amor», y en el Zibaldone, y en el nacimiento del Romanticismo sobre las ruinas del sueño de la Razón, pero sobre todo pensando en los diarios adolescentes, tan rematadamente cursis, tan dramáticamente sensibleros, que he cometido el pecado de leer (un pecado del que, como de la mayoría de los que he cometido, no me arrepiento), mi opinión es otra. Sobre estas pocas páginas se proyecta la sombra turbada y candorosa de un joven que, al cerrar las puertas de su biblioteca y abrir las de su corazón, contrae su primer constipado amoroso, un catarro que, como todos sabemos, nunca se acabará de curar.

Autor: admin 21 mayo 2009

Aurora Luque
La siesta de Epicuro
Visor, Madrid, 2008

De pocos filósofos transcendentales se ha conservado obra tan exigua como de Epicuro. Sin embargo pocas doctrinas filosóficas han calado tan hondo en las sociedades venideras como el epicureísmo. La obra toda de Aurora Luque (Almería, 1962) se haya estigmatizada por esta corriente. Se ha ido consolidando como una de las muestras más preciadas de la poesía española contemporánea (factura formal impecable, temática sorpresiva). Su obra poética contempla siete títulos (y otras tantas antologías) con los que profundiza (desde Problemas de doblaje, 1990) en una estela grecista y ultramoderna donde no faltan la experiencia cotidiana, el instante sorpresivo y un elemento mítico de fondo que nos sumerge en ámbitos grecolatinos pero actuales (de vitalismo culturalista se ha hablado). La siesta de Epicuro es un libro breve y supone un ensanchamiento de su poética. Al desenfado habitual, se le suman poemas de tono grave, se introducen secciones de haikus y poemas breves y, al tiempo, encontramos textos que significan una libre traslación de los originales (Catulo, Vivien).

Autor: admin 21 mayo 2009

Fernando Iwasaky
rePublicanos
Algaba, Madrid, 2009

A Fernando Iwasaki estamos acostumbrados a verlo asomado a la efervescente actualidad desde de sus artículos en el diario ABC, al frente de la revista literaria Renacimiento, participando en debates televisivos o recorriendo la geografía nacional para presentar libros propios y ajenos. Tanto trasiego hace olvidar que este peruano residente en Sevilla desde hace veinte años es un historiador compulsivo que siempre termina por encajarnos esa esclarecedora visión suya de la realidad, propia de quienes llevan la Historia a mano, como si fuesen unas gafas de presbicia que uno se ajusta para mejor entender cualquier cosa que acontece.

Autor: admin 18 mayo 2009

Aquilino Duque
Entreluces
Renacimiento, Sevilla, 2009

Por lo que se puede leer en la contraportada de Entreluces de Aquilino Duque, este es su octavo libro de poemas; libro que ya había sido publicado parcialmente (en su mitad) en la recopilación Poesía incompleta de 1999. Ello justifica, quizá, la impresión de que leemos ahora un conjunto armónico, nada disonante, pero un conjunto formado a golpes de tiempo, con amplio espacio entre un poema y otro, de temática variada aunque, en realidad, bastante afín, lo suficiente como para que no se perciba una mera acumulación de lo disperso. Tampoco la división en dos partes abre una inflexión notable en el poemario. Ligeramente superior la primera en cuanto a número de textos, se prolonga en la segunda el tono, la línea melódica, la visión del mundo marcada, sobre todo, por un clasicismo sereno.

Autor: admin 16 mayo 2009

Juan Carlos Abril. Deshabitados
Maillot amarillo, 
Diputación de Granada, 2009

En un breve ensayo titulado «¿Qué es la poesía menor?», T. S. Eliot señaló las funciones que, según él, debía cumplir una antología, que son, siguiendo su propio orden: dar placer, permitir que los poetas jóvenes se hagan un hueco entre sus contemporáneos (el crítico inglés lo dice sin ironía), y ofrecer al lector una idea de lo que está pasando en un cierto periodo estético. Creo que Deshabitados, antología de poesía joven editada por Juan Carlos Abril, cumple perfectamente esas tareas, en primer lugar, porque en ella se reúne, desde nuestro punto de vista, a algunos de los autores más interesantes del panorama español del momento, dato que por sí solo basta para hacer de cualquier antología un volumen atractivo. En segundo lugar, porque el espacio que se le ofrece a cada uno de ellos privilegia la reflexión metapoética, y eso, que es posiblemente donde reside el mayor interés de la antología, sí es abrir debate en serio, exponer y exponerse, poner las cartas sobre la mesa y, quizás también, como alguien dijo a propósito de cualquier poética, la construcción de una ratonera por parte del propio ratón, que se empeña, además, en quedar atrapado en ella. Por último, y en relación al punto anterior, este espacio teórico permite constatar que es aquí donde, hoy por hoy, se está repensando con más vehemencia la función de la poesía y las capacidades del lenguaje, donde se está planteando el presente, el fututo y lo que ya es pasado de la poesía actual, y donde los vientos de cambio están soplando con más fuerza.

Autor: admin 15 mayo 2009

Mario Levrero
La novela luminosa
Mondadori, Barcelona, 2008

Durante el año que viví en Chicago, entre 2001 y 2002, apenas pude leer. Las horas se me iban en transportes públicos donde difícilmente habría podido abrir un libro porque siempre estaban atestados, y dando clases a jóvenes sin ningún interés en aprender lenguas extranjeras. Cuando llegaba el fin de semana, apenas me quedaba energía para poder concentrarme. Aun así, los sábados solía ir a la biblioteca municipal en busca de novelas y poemarios que luego nunca terminaba. Al devolverlos a la semana siguiente, alguna vez sin siquiera haberlos ojeado, sentía que poco a poco estaba convirtiéndome en un individuo demasiado realista y eso me preocupaba. Las cosas cambiaron de forma accidental, haciendo fotografías en mi pequeño estudio. Como las posibilidades eran más bien escasas, ensayé con los libros. Primero los encuadré por separado, algo después juntos, y por último decidí agrupar fotografías que también fotografiaba, convirtiendo todo aquel torbellino de imágenes en una especie de biblioteca visual que me hizo pensar que en el fondo sólo estaba practicando un nuevo tipo de lectura.