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Novedades en Crisis de Papel

  • A la altura de las circunstancias  Simon ArmitageAvión de papel. Poemas escogidos 1989-2014Traducción, prólogo y notas de Jordi DoceImpedimenta. Madrid, 2024. La poesía sigue un movimiento pendular: tiende a acercarse o a alejarse lo …
  • Ensueño napolitano  Juan Antonio González IglesiasNuevo en la ciudad nuevaVisor. Madrid, 2024. En la corte de los antiguos virreyes de Nápoles, había siempre un acompañamiento de poetas. Como Garcilaso, como Aldana, com …
  • Contra el tiempo  Miguel Sánchez-OstizGeografía de la venturaSelección y prólogo de Alfredo RodríguezBartleby Editores. Madrid, 2024. El deliberado silencio o la ruidosa polémica que acompañaron a muchas de las obras …

Novedades en Café Arcadia

Autor: admin 1 enero 2009

José Ángel Gayol

En 1990, y con cuatro años de retraso, se publicó en España El periodista deportivo (Anagrama, Barcelona) de Richard Ford.

«Me llamó Frank Bascombe y soy periodista deportivo». Así comienza una larga crónica de América, que Richard Ford prolonga durante tres excelentes novelas y que en 2008 ha tenido su punto final. De momento. Pero el principio estaba ahí, en esa primera frase definitiva y sólida. Frank Bascombe se presenta e inicia un diálogo con el lector (son frecuentes las interpelaciones del tipo: «déjenme que les diga una cosa…») que servirá de canalización para los pensamientos de Frank Bascombe y, en cierta manera, para las reflexiones del propio autor sobre la vida.

Autor: admin 22 noviembre 2008

Juan Bonillo

Tengo delante una fotografía de Carlos Miralles, en la que el poeta Leopoldo María Panero empuña un cuchillo con cara de único superviviente adulto de una catástrofe planetaria. Así que el gesto amenazante —el cuchillo está en una posición que igual puede encarar a un enemigo exterior que al que habita al propio poeta— parece dirigido a una patulea de niños a la que se quiere asustar —o quizá solo recomendarles: si crecéis, os pasará lo que a mí. Claro que esto puede ser una sugestión producida por el hecho de saber que Panero tradujo Peter Pan. La pose del poeta —tan importante para la relevancia de su nombre como su poesía— tiene algo de enternecedor, pues a fin de cuentas no ha habido ninguna catástrofe planetaria que haya aniquilado a todos los adultos y haya dejado a Leopoldo María Panero como emperador de un planeta de niños asustados. Pero también algo de ridícula —toda vez que sabemos que el cuchillo no va a dirigirse hacia quien lo sostiene: una pose perdonable en un poeta adolescente, que es lo que Leopoldo María Panero ha sido siempre. ¿Hay algo más enternecedor que un Rimbaud viejo ejerciendo de adolescente intratable? Aceptemos que resulta cansado saltar su comba, pero aceptemos también que ello se debe a que, mientras el poeta se ha quedado en esa edad en la que Rimbaud todavía confiaba en los gestos rebeldes y amenazantes, en la estrategia de escandalizar, nosotros hemos dejado ya muy atrás ese país pletórico y miserable que es la adolescencia. Aceptemos pues, que ya no es un poeta para nosotros, porque sigue siendo un poeta para adolescentes.

Autor: admin 21 noviembre 2008

Iñaki Uriarte

Estuvimos en Benidorm el fin de semana de Todos los Santos y nos hemos traído un gato recogido en la puerta del Parador de Teruel. Suponemos que alguien lo abandonó allí. Le hemos puesto de nombre Borges, pero le llamamos Borgito. Mari, la interina, que no sabe quién es Borges, le llama Jorgito. A Borges también le llamaban en casa Georgie.

Al gato le hemos puesto la cama en el cuarto de atrás, donde tengo los libros de poesía. Releo los poemas de Baudelaire y Borges sobre gatos. No sé si este va a saber comportarse a tanta altura. Ni nosotros. No sé si él va a aprender a ser «más remoto que el Ganges y el poniente», como escribe Borges, ni nosotros somos esos de quienes dice Baudelaire: «Les amoureux fervents et les savant austéres aiment, dans leurs mûres saisons, les chats…»

Autor: admin 20 noviembre 2008

Raúl Brasca (Buenos Aires, 1948) estudió Ingeniería química. Ha publicado una importante obra como antólogo, narrador y crítico literario, actividad que ejerce en el diario La Nación. Su último libro de microrrelatos se titula Todo tiempo futuro fue peor (Thule, Barcelona, 2004). Entre las muchas recopilaciones de textos narrativos brevísimos que ha compuesto solo voy a citar tres: De mil amores (Thule, 2005); Antología del cuento breve y oculto (Sudamericana, Buenos Aires, 2001), y la reciente Comitivas invisibles. Cuentos breves de fantasmas (Desde la gente, 2008), las dos últimas realizadas en colaboración con Luis Chitarroni. Está considerado como uno de los mejores autores de microrrelatos del mundo hispano y como tal figura en las mejores antologías sobre el género. Todas estas piezas son inéditas.

Autor: admin 19 noviembre 2008

Andrés Trapiello

Al poco de aparecer en castellano este libro que el lector tiene en sus manos, y desde luego antes de que lo hubiesen leído la mayoría de quienes empezaban a hablar de él, circularon por la pequeña sociedad literaria española algunos comentarios, recelosos unas veces y maliciosos otras.

Cierto que era una osadía «continuar» el Quijote, tanto como hacerlo en «la misma» lengua en que había sido escrito este, pero lo cierto es que mi libro ni está ni podría estar escrito en «la misma» lengua de Cervantes ni tampoco podría ser «una continuación» de algo que el propio Cervantes dejó cerrado y bien cerrado en las últimas páginas de La segunda parte del Ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.

Autor: admin 19 noviembre 2008

Juan Villoro
De eso se trata
Anagrama, Barcelona, 2008

Si en el prólogo a Efectos personales Juan Villoro sostenía que los ensayos literarios «entregan el retrato íntimo y accidental de sus autores», en el prólogo a De eso se trata se muestra aún más rotundo: «Cuando un novelista explica su propia obra, suele ejercer una variante de la fabulación, en ocasiones más creativa que sus novelas. Ensayar sobre los otros ofrece una confrontación más indirecta pero más sincera: «Denle una máscara a un hombre y dirá la verdad», comentó Oscar Wilde. En este strip-tease al revés, las revelaciones llegan por lo que uno se pone encima».

¿Y cuáles son las máscaras que Juan Villoro se ha puesto encima, en su segundo libro de ensayos literarios, para seguir confrontándose indirectamente consigo mismo? La de Harold Bloom, que es la máscara de Shakespeare, la de Cervantes, la de Casanova, la de Goethe, la de Rousseau, la de Borges&Bioy (una doble máscara para una criatura bicéfala), la de Chéjov, la de Hemingway, la de Lowry, la de Onetti… Hasta la máscara (con boina) de Pla se ha colocado Villoro para lanzarse a explorar el lugar de la ficción, aunque en el caso del de Palafrugell la ficción se vista con la ropa usada del diarismo.

Autor: admin 18 noviembre 2008

Ana Rodríguez Fischer (ed.)
Ronda Marsé
Candaya, Barcelona, 2008

Es edificante constatar cómo la aventura que Candaya inauguró con aquella Historia abreviada de la literatura portátil dedicada a Vila-Matas ha tenido a lo largo de los meses una continuidad nada gratuita. La presente Ronda Marsé, preparada por la profesora y novelista Ana Rodríguez Fischer, supone un nuevo y decisivo paso, un nuevo eslabón, que enriquece por su rigor y acentuada amenidad la colección de Ensayo de la citada editorial.

Ana Rodríguez, en la introducción al libro que ha preparado, vincula la colección a aquella ya mítica de Taurus, «El escritor y la crítica». Efectivamente: el autor frente a la crítica (y no específicamente frente a los críticos). Es esa línea que la editora del presente volumen, recordando los nombres eminentes de Clarín, Galdós, Unamuno, Azorín y Baroja, entre otros, llama «línea diacrónica». El análisis de las grandes obras literarias desde el punto de vista de lo que se vino a llamar la estética de la recepción. Resulta siempre muy agradable observar cómo fueron recibidas por la crítica novelas que han pervivido, que han atravesado la frontera de los años. Y es por eso, por esa intencionalidad, que el libro que nos ocupa está estructurado en varios apartados. Tras uno inicial, genérico, verdadero punto de partida que la editora titula «Semblanza humana y literaria de Juan Marsé», se va saltando cronológicamente de novela en novela, partiendo de Encerrados con un solo juguete, siguiendo con Últimas tardes con Teresa, y así hasta las Canciones de amor, de 2005. Sin olvidar los autorretratos, que son los que, con justicia y con esa ironía tan propia del autor (ironía corrosiva, se ha dicho), abren el camino de la ronda. «Siempre pertrechado para irse al infierno en cualquier momento», nos dice el propio Marsé. Pues sí, la Ronda puede llevarnos muy lejos.

Autor: admin 17 noviembre 2008

Alejandro Céspedes
Los círculos concéntricos
Asociación de Escritores y Artista Españoles, Madrid, 2008

Apenas unos meses después de la publicación por parte de Ediciones Vitruvio de Sobre andamios de humo (1979-2007), obra completa hasta ese momento del poeta gijonés Alejandro Céspedes, aparece ahora Círculos concéntricos, XIX Premio de Poesía Blas de Otero 2007.

Comentaba hace unos días con un amigo librero sobre la cantidad de excelentes libros y autores que por motivos del azar u oscuras razones, habrán quedado y quedarán durmiendo el sueño de los justos en polvorientos anaqueles de librerías de viejo o —si tienen suerte— poco a poco se irán poniendo «morenos» en los stands de las ferias de libros antiguos y ocasión que de vez en cuando pueblan los paseos de nuestras ciudades.

Autor: admin 16 noviembre 2008

Nuno Júdice
Tú, a quien llamo amor.
Hiperión, Madrid, 2008

Tú, a quien llamo amor es una antología de poesía amorosa de Nuno Júdice, traducida al castellano por el poeta Jesús Munárriz. Quizá lo que más llame la atención de este conjunto sea el doble juego «eros-lenguaje». Juego que desemboca en uno de los temas recurrentes de Nuno Júdice, la metapoética.

Y se llega a la constatación, tópica desde la mística, de la insuficiencia verbal para la expresión de algunas (casi todas las fundamentales) experiencias: «¿Pero qué queda / en las palabras / de aquello que se vivió? / Un polvo de sílabas, / el ritmo pobre de la / gramática, rimas sin nexo». Pero también existe, como contrapartida, la magia del lenguaje. Su capacidad, atemporal, para la creación de arquetipos que sirven como espejos en los que se refleja, con carácter universal, una experiencia individual y concreta. Leemos así en «Camoniana»: «¿Quién eres, / mujer real y soñada que habitas / todos los poemas que ese poema / ha inspirado?» Con todo, la realidad verdadera (no digo real para evitar la redundancia) es siempre algo intransferible; distinto, aunque más precario, a lo que el poema pueda inventar o rescatar: «Olvidando (…) las imágenes / en que, cada vez más, fuiste perdiendo / tu imagen, tuya y única».

Autor: admin 16 noviembre 2008

Jesús Aguado (selección, traducción y prólogo)
No pasa nada. Los poetas beat y oriente
El Bardo, Barcelona, 2008

Probablemente ningún movimiento cultural haya sabido aunar en una única búsqueda libertad, felicidad y conocimiento de forma tan armoniosa como lo hicieron los poetas beat. El término surgió durante una conversación entre Kerouac y John Clellon Holmes en 1948 (este último lo popularizó en un artículo aparecido en el New York Times a finales de 1952), pero hasta 1959 Kerouac no aclaró en qué pensaba cuando lo usó: no en «ritmo» ni en «vencido», como habían sugerido algunos, sino en «beatitud». Ginsberg aporta otros posibles significados: «acabado», o «abierto» en el sentido whitmaniano de «apertura a la humildad». Todo muy «oriental»…