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Novedades en Crisis de Papel

  • A la altura de las circunstancias  Simon ArmitageAvión de papel. Poemas escogidos 1989-2014Traducción, prólogo y notas de Jordi DoceImpedimenta. Madrid, 2024. La poesía sigue un movimiento pendular: tiende a acercarse o a alejarse lo …
  • Ensueño napolitano  Juan Antonio González IglesiasNuevo en la ciudad nuevaVisor. Madrid, 2024. En la corte de los antiguos virreyes de Nápoles, había siempre un acompañamiento de poetas. Como Garcilaso, como Aldana, com …
  • Contra el tiempo  Miguel Sánchez-OstizGeografía de la venturaSelección y prólogo de Alfredo RodríguezBartleby Editores. Madrid, 2024. El deliberado silencio o la ruidosa polémica que acompañaron a muchas de las obras …

Novedades en Café Arcadia

Autor: admin 21 julio 2009

Pelayo Fueyo
El libro de la discordia
Deva, Ateneo obrero de Gijón, Gijón, 2008

Pelayo Fueyo (Gijón, 1967), después de la publicación 
de su último libro de poemas La herencia del silencio 
(Pre-Textos, Valencia 2003) y de la recopilación por la misma editorial de su poesía completa en el año 2008, vuelve ahora a ofrecernos la inmensa calidad de su poesía en un libro que con el título El libro de la discordia publica la prestigiosa colección gijonesa «Deva», que bajo la dirección del poeta Xosé Bolado, y desde 1986, viene editando la obra de un buen número de poetas no solo asturianos, sino de otras latitudes.

Autor: admin 17 julio 2009

Pablo Suero

El 29 de septiembre de 1933 Federico García Lorca embarca con destino a Buenos Aires en el trasatlántico Conte Grande. En Montevideo, un día antes del final de la travesía, que tuvo lugar el 13 de octubre, suben a bordo varios periodistas, entre ellos Pablo Suero, quien pocos días después publica en Noticias gráficas una admirativa entrevista con el poeta; le sigue otra en la que Lorca habla sobre todo de La Barraca. Se reprodujeron ambas, junto con diversos añadidos ensayísticos, en el libro Figuras contemporáneas, publicado en 1943, el mismo año en que fallece su autor. Pablo Suero —periodista, poeta, dramaturgo, autor de la letra de famosos tangos— había nacido en Gijón en 1898. En los meses previos a la guerra civil vino a España como corresponsal y el resultado fue un libro apasionadamente memorable, España levanta el puño (1937), recientemente reeditado.

Autor: admin 16 julio 2009

Inmaculada de la Fuente

La voz y la figura de Constancia de la Mora Maura han sido rescatadas del olvido en los últimos años, pero las sombras que planean aún sobre su trayectoria alimentan una visión enigmática y todavía tópica de la nieta comunista de Antonio Maura. No es fácil despojarla de la leyenda que la acompaña. Su apoyo sin fisuras a la II República, su labor de propaganda al frente de la oficina de Prensa Extranjera y su matrimonio con el jefe de la Fuerza aérea, Ignacio Hidalgo de Cisneros, dotan a su figura de un halo de ficción, como si faltaran aún cabos sueltos para entender de modo cabal su biografía. O como si una trayectoria tan singular y novelesca exigiera una constante revisión. En consecuencia, la nieta republicana de Maura sigue siendo una desconocida, no solo por su exilio en México, donde sus convicciones comunistas experimentaron una sutil transformación, sino por esa visión borrosa y fragmentada que nos ha legado ella misma. Un retrato en penumbra que convive con otros rasgos de su carácter más contrastados, los de una militante entusiasta e implacable.

Autor: admin 15 julio 2009

Ana Rodríguez Fischer

Pocos —o ninguno— de quienes lo hayan leído cuestionará que en el holandés Cees Nooteboom (La Haya, 1933) tenemos una impar expresión de la figura del escritor, viajero contemporáneo, tal vez solo igualada en originalidad e intensidad por las de los fallecidos Chatwin y Sebald. En Hotel Nómada (Siruela, 2002) —libro que reúne un conjunto de muy variados relatos de viaje por los confines del Sáhara, la tierra lunar de Malí, La Bolivia amarga o las pirámides del Sol y la Luna en Teotihuacán—, Nooteboom vincula el movimiento —viaje— con los requisitos necesarios para poder escribir, ya que el movimiento es condición de la calma:

Hace mucho tiempo, cuando aún no podía saber lo que sé ahora, opté por el movimiento, y más adelante, cuando ya sabía mucho más, comprendí que este movimiento me permitía encontrar la calma indispensable para escribir, que el movimiento y la calma, en cuanto unión de contrarios, se equilibran mutuamente, que el mundo –con toda su fuerza dramática y su absurda belleza y su asombrosa turbulencia de países, personas e historia– es un viajero él mismo en un universo que viaja sin cesar, un viajero de camino a nuevos viajes…

Autor: admin 12 julio 2009

Alejandro Bekes

Por la ventanilla del avión veo algo que sólo puede ser la costa de África. La playa blanca aparece y desaparece entre las nubes. África, cuna del hombre. Apenas un retazo lejano, desde once mil metros de altura. A lo lejos, unas montañas nevadas. ¿La cordillera del Atlas? Seguramente. Las montañas nevadas que sostienen el cielo. Sólo Hércules hubiera podido relevarlas de ese eterno trabajo, y solo por un instante. El peso del cielo es excesivo aun para un superhombre. El peso del cielo… Aquello parece una ciudad costera. La mítica Casablanca, quizá. Tócala de nuevo, Sam. Si ella puede soportarlo, yo también. Todo se difumina al fin y se borra bajo una capa densa de nubes. Por los desgarros de la capa, bien abajo, brillan al sol las olas del Atlántico.

Autor: admin 11 julio 2009

Vicente García
Ahora 
(Poesía 1992-2008)
Renacimiento, Sevilla, 2009

En poco más de media hora se lee la poesía reunida de Vicente García, una poesía que comprende tres libros (De ayer a hoy, Días de tormenta y Ahora) y que se extiende entre los años 1992 y 2008. Los poemas están escritos entre los veintiuno y los treinta y siete años de edad; son, por tanto, poemas de juventud. Lo que sorprende al leer sus poemas, por lo general breves y sentenciosos, es la unidad de tono, unidad que abarca desde las primeras hasta las últimas composiciones. Vicente García es un poeta precoz que encontró su voz personal desde el primer momento y a ella se ha mantenido fiel. No existen cambios de poética, ni nuevos temas, la suya parece una poesía escrita al margen de la historia que habla, entre otras cosas, del paso del tiempo. Si un artista habla repetidamente del fugit irreparabile podemos asegurar que nos encontramos ante un hombre de temple melancólico. Alguien definió la melancolía como la alegría de estar triste: sin duda una tristeza serena y agradable es la principal pasión que transmite la obra poética de Vicente García. Su poesía está recorrida por un sentimiento de dulce derrota que poco a poco va tiñendo nuestro espíritu. Lo declara en el poema «Caminamos a solas» donde hace de portavoz de sus compañeros de generación: «Si somos algo, somos / una generación cuyo destino / es recorrer las calles en silencio». Desde el punto de vista político esta declaración es reveladora de una época. Pocos de los que tienen hoy menos de cuarenta años han corrido delante de la policía. La poesía de Vicente García refleja indirectamente nuestra época vil, anestesiada, que carece de utopías y riesgos, aunque no por eso es menos destructora. Destruye sutilmente, a base de corrosión, con veneno y no a cara descubierta. ¿Qué nos queda, entonces? Vestir camisetas del Ché Guevara creyéndonos rebeldes mientras conducimos nuestro Renault Clío o dejarnos traspasar por la tristeza. Esta última solución, que es la que adopta nuestro poeta, parece la más elegante.

Autor: admin 10 julio 2009

Víctor Botas
Historias con historia. Antología poética 
(1979-1994)
Trabe, Oviedo, 2009

Una de las pruebas críticas más notorias de una obra literaria quizá sea someterla a distintos puntos de vista, ver si resiste la mirada y el acoso desde diferentes ángulos o perspectivas. No sé si esta es la prueba del nueve de toda obra, pero sí la que mueve al crítico sagaz y al lector atento a contemplar una obra nueva y distinta fundamentada en renovados argumentos estéticos que orgánicamente se van adaptando, sin perder la compostura y la elegancia, al ojo que mira y al ángulo o perspectiva desde el que se aborda esa mirada.

Autor: admin 6 julio 2009

Felipe Benítez Reyes
Libros de poemas
Visor, Madrid, 2009

Ya desde sus inicios, Felipe Benítez Reyes dio muestras de su buen hacer literario. En 1985 publicaba el poema «Advertencia», para muchos uno de los mejores escritos en España en las últimas décadas. También es memorable «La desconocida». En esta primera etapa, la que incluye títulos como Los vanos mundos, La mala compañía, Pruebas de autor, etcétera, predomina la métrica clásica, versos rimados de técnica impecable. Cierto es que alguien se ha referido a estos versos como «poesía para adolescentes», dada su temática (fiestas juveniles…), pero siguen conservando el encanto y la magia de esos años.

Autor: admin 5 julio 2009

Santiago Beruete

«Chamfort sintió de modo angustioso que la búsqueda del éxito envilece la naturaleza humana. Había conocido a casi todos los hombres famosos de su tiempo, los había visto infelices y se preguntaba el porqué. No tenía dudas. Se habían vuelto infelices a causa de su pasión por ser célebres y los había visto morir tras haber degradado su carácter y su vida moral».

Giovanni Macchia

Cómo salir del anonimato

En España no hay buenas novelas en los cajones. Laura Góngora se complacía en repetir esa frase cada vez que alguien se lamentaba de las dificultades que encuentran los nuevos autores para publicar. Si alguien podía hacer esa declaración, era precisamente ella, que tenía su mesa de despacho sepultada bajo una montaña de libros inéditos. Como una prestigiosa agente literaria que era, no pasaba un día sin recibir por correo el manuscrito de algún desconocido que anhelaba salir del anonimato. Unos originales se hacinaban encima de los otros esperando en vano que Laura Góngora se dignase hojearlos. Hay que decir en su descargo que, ni dedicando a esa tarea todas las horas del día, hubiera podido dar lectura a ese ingente caudal de narraciones.

Autor: admin 5 julio 2009

Christian Law Palacín
Algo menor que el corzo
Pre-Textos, Valencia, 2009

En la primera página de este libro el autor transcribe la definición del término gacela según el diccionario de la Real Academia de la Lengua: «Antílope algo menor que el corzo, que habita en Persia, Arabia y el norte de África, y es muy celebrado por su gentileza, por su agilidad y por la hermosura de sus ojos grandes, negros y vivos. Tiene la cola corta, las piernas muy finas, blanco el vientre, leonado el lomo, y las astas encorvadas a modo de lira». Estas palabras, bien podrían describir, también, de algún modo, la voz poética de Christian Law Palacín, pues como un animal sigiloso, con cautela, como si de una gacela se tratase, nos conduce lentamente a través de versos que nos hablan de la realidad cotidiana, de los sentimientos, los recuerdos, paisajes, la madre o todas aquellas sensaciones que la vida nos ofrece cada día, si prestamos la debida atención.