Graham Swift: Mañana
Anagrama, Barcelona, 2008
Para escribir esta reseña tengo que comenzar por revelar un secreto y por proporcionar un dato científico. El dato científico es que en una eyaculación normal el número de espermatozoides debe alcanzar un cifra en torno a los cuarenta millones. El secreto es el que unos padres van a comunicar al día siguiente a sus dos hijos gemelos, varón y hembra, Nick y Kate. Es de noche y todos duermen en la casa, menos esta mujer, Paula, felizmente casada con Mike, que duerme a pierna suelta a su lado. Pero ella, en vela, teme y recuerda. Teme lo que pueda ocurrir mañana, cuando cuenten a sus hijos, que mañana cumplirán dieciséis años, lo que tienen que contarles. Cuando hable Mike, porque será Mike quien tendrá que hablar. Decidieron contárselo cuando cumplieran los dieciséis, y ese momento ya ha llegado o va a llegar muy pronto. Será mañana. Mañana, Nick y Kate cumplirán los dieciséis años. ¿Y cuál es ese terrible secreto? No, no les van a comunicar que se divorcian, o que alguien padece una enfermedad grave, o que alguien va a morir o ha muerto ya… Al revés, todo les sonríe en la vida, han prosperado económicamente en sus respectivas profesiones, están unidos, se quieren, sus propios hijos crecen felices… Entonces, ¿cuál es ese secreto? ¿Y por qué teme Paula la reacción de los dos adolescentes y la de su propio marido?