Autor: admin 25 septiembre 2009

Giuseppe Cesare Abba
Crónica de un tiempo perdido
Traducción de Martín López-Vega Periférica, Cáceres, 2009

Sobre la escasa estatura de Napoleón Bonaparte se fueron tejiendo, reales o figuradas, multitud de anécdotas. Quizás una de las más conocidas relata cómo en cierta ocasión, durante un campamento previo a una batalla, el corso intentaba alcanzar el fruto de un árbol sin conseguirlo. Tal situación fue percibida por uno de sus oficiales, un hombre de gran envergadura que al ver cómo el emperador era derrotado debido a su corta estatura, se le acercó y le dijo con el mayor de los respetos, pues de sobra conocía el temperamento irascible de Napoleón: —Si me permite, general, yo le alcanzaré la fruta ya que soy más grande. A lo que Napoleón respondió con gesto severo: —Más grande, no. Más alto.