José María Merino: El lugar sin culpa. Los espacios naturales.
Alfaguara, Madrid, 2007
Entre los muchos sueños que han tenido los humanos, desde volar a ser invisible, no podía faltar ese otro que consistiría en abandonarlo todo definitivamente y perderse, convirtiéndose en un ser anónimo, logrando borrar la memoria, la culpa. Pero, ¿acaso es posible huir, evadirse de la existencia cotidiana, abandonar a nuestros seres más cercanos? Quizá sea así, pero ¿adónde se puede huir y —sobre todo— durante cuánto tiempo? Frente a estas cuestiones principales que se plantean en la narración, las respuestas provisionales son: tal vez sea posible, aunque la definitiva —ya lo anticipamos— es que no.