Archivo de mayo, 2009

Un paso decisivo

sábado, mayo 16th, 2009

Juan Carlos Abril. Deshabitados
Maillot amarillo, 
Diputación de Granada, 2009

En un breve ensayo titulado «¿Qué es la poesía menor?», T. S. Eliot señaló las funciones que, según él, debía cumplir una antología, que son, siguiendo su propio orden: dar placer, permitir que los poetas jóvenes se hagan un hueco entre sus contemporáneos (el crítico inglés lo dice sin ironía), y ofrecer al lector una idea de lo que está pasando en un cierto periodo estético. Creo que Deshabitados, antología de poesía joven editada por Juan Carlos Abril, cumple perfectamente esas tareas, en primer lugar, porque en ella se reúne, desde nuestro punto de vista, a algunos de los autores más interesantes del panorama español del momento, dato que por sí solo basta para hacer de cualquier antología un volumen atractivo. En segundo lugar, porque el espacio que se le ofrece a cada uno de ellos privilegia la reflexión metapoética, y eso, que es posiblemente donde reside el mayor interés de la antología, sí es abrir debate en serio, exponer y exponerse, poner las cartas sobre la mesa y, quizás también, como alguien dijo a propósito de cualquier poética, la construcción de una ratonera por parte del propio ratón, que se empeña, además, en quedar atrapado en ella. Por último, y en relación al punto anterior, este espacio teórico permite constatar que es aquí donde, hoy por hoy, se está repensando con más vehemencia la función de la poesía y las capacidades del lenguaje, donde se está planteando el presente, el fututo y lo que ya es pasado de la poesía actual, y donde los vientos de cambio están soplando con más fuerza.

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Vida y muerte 
de un héroe

sábado, mayo 16th, 2009

Lady Gregory
Cuchulain de Muirthemne
Paréntesis, Sevilla, 2009

Lady Gregory nos describe las heroicas hazañas de Cuchulain de Muirtheme, nombre conocido en la trayectoria oral y escrita irlandesa, cuya saga según Alfred Nutt «fue un elemento vivo de la cultura irlandesa y participó de las vicisitudes de su evolución». La autora de esta edición reconoce el arduo y laborioso trabajo al que se enfrentó con esta obra: «El texto irlandés del que proceden la mayoría de los relatos de este libro ha sido publicado en Irische Texte o en la Revue Celtique, o por O’Curry en Atlantis y otros lugares; yo he trabajado a partir de ese texto, cotejándolo con las traducciones que ya se habían hecho. En algunos casos, y concretamente en la mayor parte de «La Guerra por el Toro de Cuailgne», lo impreso hasta ahora ha sido una parte muy pequeña del texto irlandés, y he tenido que comparar y ensamblar diversas traducciones». Labor de orfebre.

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Parpadeos

viernes, mayo 15th, 2009

Mario Levrero
La novela luminosa
Mondadori, Barcelona, 2008

Durante el año que viví en Chicago, entre 2001 y 2002, apenas pude leer. Las horas se me iban en transportes públicos donde difícilmente habría podido abrir un libro porque siempre estaban atestados, y dando clases a jóvenes sin ningún interés en aprender lenguas extranjeras. Cuando llegaba el fin de semana, apenas me quedaba energía para poder concentrarme. Aun así, los sábados solía ir a la biblioteca municipal en busca de novelas y poemarios que luego nunca terminaba. Al devolverlos a la semana siguiente, alguna vez sin siquiera haberlos ojeado, sentía que poco a poco estaba convirtiéndome en un individuo demasiado realista y eso me preocupaba. Las cosas cambiaron de forma accidental, haciendo fotografías en mi pequeño estudio. Como las posibilidades eran más bien escasas, ensayé con los libros. Primero los encuadré por separado, algo después juntos, y por último decidí agrupar fotografías que también fotografiaba, convirtiendo todo aquel torbellino de imágenes en una especie de biblioteca visual que me hizo pensar que en el fondo sólo estaba practicando un nuevo tipo de lectura.

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La observadora

jueves, mayo 14th, 2009

Amélie Nothomb
Ni de Eva ni de Adán
Traducción de Sergi Pàmies
Anagrama, Barcelona, 2009

Leer una novela de Amélie Nothomb siempre se parece a leer otra novela de Amélie Nothomb, en el buen sentido de que la autora belga abre las puertas a un universo de leyes propias y actos concatenados bajo el signo del absurdo. Ni de Eva ni de Adán no constituye una excepción.

Esta novela se incardinaría en la vertiente biográfica de la escritora, en la senda de Estupor y temblores, Metafísica de los tubos o El sabotaje amoroso. En todas ellas la personalidad de la autora trasluce bajo la trama como un reflejo de sus obsesiones. El choque cultural, la perspectiva casi etnográfica de sus libros, son un punto positivo que Amélie reitera con acierto. Ni de Eva ni de Adán cuenta, pues, los años anteriores a su ingreso en el mundo laboral japonés, que narraba excelentemente en Estupor y temblores, aunque en las últimas páginas la historia se solapa con aquel estupor y completa vacíos.

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Preferiría releerlo

miércoles, mayo 13th, 2009

Herman Melville
Bartleby el escribiente
Metropolisiana, Sevilla, 2009

Puede variar la traducción de las primeras palabras: «Soy un hombre de cierta edad» (J. L. Borges); «Soy un hombre más bien mayor» (A. Rivero Taravillo). O de la última, siquiera sutilmente: «¡Oh Bartleby! ¡Oh humanidad!» (Borges); «¡Ay, Bartleby! ¡Ay, humanidad!» (J. M. Benítez Ariza); «¡Oh, Bartleby! ¡Oh, la humanidad!» (Rivero). Pero hay algo inalterable en las distintas versiones de Bartleby, the Scrivener, de Herman Melville, esto es, la frase, casi diría ya sentencia, que el protagonista pronuncia cuando su jefe le pide que trabaje en alguna copia en su oficina de amanuenses de Wall Street: «Preferiría no hacerlo».

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Realidad ambarina

martes, mayo 12th, 2009

José Manuel Benítez Ariza
Vacaciones de invierno
Paréntesis, Sevilla, 2009

Para todo lector la aparición de una nueva editorial es motivo de gozo. Si además tiene la suerte de tropezarse en su puesta de largo con una novela tan bien labrada como esta de José Manuel Benítez Ariza la alegría tiende a multiplicarse espontáneamente.

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Valencia. Una ventana en Buñol, la pequeña Rusia

martes, mayo 12th, 2009

Silvia Ungidos

Ocurre pocas veces. Me refiero a si has posado el oído sobre el pecho de alguien de repente, mientras está dormido. Y ese simple latido ¿no te dijo esa vez más cosas acerca del mundo y de ti mismo que todas las palabras? Pues eso tan extraño me ocurrió a mí al acercar el oído al corazón de tierra roja de un pueblo que parecía dormido.

Buñol está escondido en una vieja hendidura de la serranía valenciana. Lo guardan unas montañas luminosas de día que por la noche o en un día nublado se hacen las misteriosas, con capuchas azules muy oscuras. A pesar de estar tan cerca del mar vive de espaldas a ese mar, ensimismado sobre su propia luz. Un poco más arriba un vértigo sereno camina sobre los montes que forman la frontera con Castilla.

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Volterra, entre el viento y la piedra

lunes, mayo 11th, 2009

Fernando Sánchez Alonso

Dubego aprovechó que ella estaba concentrada en el examen de los horarios de autobuses para observarla a sus anchas y dibujarla a fuego en la memoria, porque de pronto lo sobrecogió una tristeza que se anticipaba a su origen, la tristeza que nacía de comprender que no volvería a verla después de aquella excursión. Así que allí mismo se impuso el deber de aprender a recitarse a Anna de memoria, y es lo que estuvo haciendo durante buena parte del viaje. Dubego tanteó, buscó, eliminó, seleccionó, borró y sustituyó adjetivos hasta que purificó el retrato de cualquier elemento accesorio y superfluo, y Anna, como en la tradición petrarquista, se quedó tan solo con los ojos grandes y oscuros, apenas corregido aquel negror de zíngara italiana por un leve matiz pardo que no solo le brillaba hermosamente en los días de sol, sino que, además, le suprimía ese extraño nerviosismo sin causa ni porqué que a veces le asomaba a la mirada. Anna, por lo demás, tenía unos ojos felinos y lectores por los que habían pasado toda la prosa de Cervantes y toda la leyenda negra de España, y eso se los había oscurecido todavía más.

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Brujas y Gante

viernes, mayo 8th, 2009

Antonio Rivero Taravillo

También ellas, como Amsterdam, cautivan con sus canales al viajero. Llegué a la primera, en tren, desde la capital de Holanda, y en ningún momento dejé de leer carteles en áspero neerlandés, y de escuchar la lengua, ya dulcificada, en boca de madres jóvenes y de rubicundos niños (no sé por qué el vagón transportaba un nutrido grupo, quizá camino de alguna celebración escolar).

La estación de ferrocarril de Brujas queda a un buen trecho del casco histórico, pero una vez que empieza este lo hace sin interrupción, sin intromisiones perceptibles de arquitectura contemporánea, de modo que uno se siente recompensado por el trayecto. Brujas es particularmente hermosa, especialmente en día laborable (es decir, cuando solo funciona a medio gas la industria del turismo), y a ser posible fuera de temporada alta que, por utilizar un símil veneciano (Brujas se mira en el espejo de la Serenissima), de primavera a otoño inunda con su acqua alta calles y plazas. En ellas, por todas partes, casas con sus tejados de dos aguas, la mayoría con frontones escalonados.

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Matilde Ucelay. Pionera de la arquitectura en la sombra

miércoles, mayo 6th, 2009

Inmaculada de la Fuente

Matilde Ucelay fue la primera española que se licenció en Arquitectura y que ejerció como tal en España. Una pionera que vivió sin ser demasiado consciente de que lo era, con la naturalidad de quien asume la realidad elegida y olvida las connotaciones que la acompañan. Matilde Ucelay falleció a los 96 años en noviembre de 2008, y su vida atraviesa todo el siglo xx. Fue una de primeras españolas que eligió una carrera considerada netamente masculina en el primer tercio del siglo que le tocó vivir. Nadie podía imaginar entonces que cien años después la iraní Zaha Hadid formaría parte de la elite de arquitectos más célebres del mundo. Ni siquiera podían intuir que Matilde Ucelay cumpliría su sueño de construir y rehabilitar edificios, y que al final de su vida dejaría un centenar de obras. Eso sí, algunas de ellas sin su nombre, al prohibírsele durante cinco años ejercer su profesión.

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