Yiyun Li: Los buenos deseos
Lumen, Barcelona, 2007
La imagen de la portada nos muestra a una joven que observa la ciudad desde lejos como espectadora excepcional de lo que allí sucede. Esta es la labor que desempeña Yiyun Li en Los buenos deseos. Un análisis lúcido, inteligente y objetivo de un mundo donde los cambios sociales y personales nos conducen a realidades muy distintas.
Los protagonistas de estos diez relatos son seres cuyo desconcierto vital les obliga a plantearse nuevos retos existenciales, a poner en duda antiguas creencias o toda una vida de sometimiento a un régimen político dictatorial del todo inhumano. Yiyun Li escribe un conjunto de relatos que podrían situarse en cualquier lugar del mundo o cualquier época, tan solo es necesario un cambio puntual de escenario. Utiliza una prosa seca, sincera, sin prejuicios y caracterizada por la claridad y la sobriedad de sus palabras. La descripción es precisa: “Le recuerda al viejo Tang después del baño, el olor de las personas queridas”. En otros momentos más gráfica e impactante: “Los gritos de Beibei cuando no dormita y el hedor que desprenden sus sábanas cuando se lo hace todo encima impregnan el pequeño y apartado piso de dos habitaciones”. O sensitiva, muy realista: “El divorcio de Tu la absorbe como una espina de pescado atravesada en la garganta”.