Masuji Ibuse: Lluvia negra
Libros del Asteroide, Barcelona, 2007
Reseñar una buena novela es un trabajo fácil. Reseñar un clásico no es siquiera trabajo: el eco de sus páginas va dictando la reseña, acomodando las palabras por sí mismas. Así resulta con Lluvia negra, la narración de las consecuencias inmediatas de la bomba atómica de Hiroshima.
La historia central gira en torno a Yasuko, sobrina de Shigematsu Shizuma, que es objeto de toda clase de habladurías entre los vecinos. Estos rumores llegan a los sucesivos pretendientes de la joven, la cual se ve rechazada porque supuestamente está enferma de la radiación. Los pretendientes de pueblos vecinos envían emisarios para informarse sobre la joven Yasuko, y ante la eventualidad de que tenga la «enfermedad de la radiación» rechazan cualquier enlace. Semejante injusticia causa el enfado de Shigematsu, que decide iniciar la redacción de un diario en el que narrará sus impresiones de aquel 6 de agosto de 1945, y los días que sucedieron hasta la rendición de Japón, para acabar con los rumores, enseñarlo al siguiente pretendiente, y demostrar que él sí estuvo enfermo, pero que Yasuko no ha mostrado ningún signo de hallarse afectada por la enfermedad.