W. N. P. Barbellion: El diario de un hombre decepcionado
Alba Editorial, Barcelona, 2006
Sin duda que, con ocasión de la atrocidad inédita que supuso la I Guerra Mundial, aparecerían en su momento en Inglaterra, como en los demás países en conflicto, testimonios autobiográficos en que los protagonistas contaban su experiencia increíble, en el frente o en la retaguardia.
Este del que quiero ocuparme aquí es, sin embargo, diferente a todos los demás. De entrada su protagonista, por razones de salud, no tuvo que ir al frente; y, aunque padeció —como casi todos— las privaciones que afectaron a la población civil, y su consiguiente angustia por él mismo y por sus seres cercanos, nada de todo eso ocupa en el texto un lugar particularmente relevante. Se alude a ello, desde luego, porque forma parte inevitable del paisaje vital al que en algún momento tuvo que enfrentarse el autor; pero ni es lo más decisivo en su relato, ni en ningún sentido lo caracteriza. Sentimos claramente, al leerlo, que lo que de veras es importante aquí podría haber ocurrido en cualquier otro tiempo, en cualquier otro sitio. Los accidentes externos, aunque sean del tamaño de lo que entonces (no para mucho tiempo, por desgracia) se llamó la Gran Guerra, pueden alguna vez ser su marco; nunca su sustancia.