Lino González Veiguela
Las situaciones difíciles intensifican los vínculos que nos unen a los demás hasta extremos que no creíamos posibles. Las situaciones difíciles también nos obligan a replantearnos dónde están nuestros límites, tanto en lo que se refiere a nuestras debilidades como a nuestras fortalezas. Esto se explicaría, en parte, porque las situaciones que nos ponen a prueba exigen de nosotros que nos olvidemos de muchos de nuestros comportamientos y modos de razonar habituales, de pronto superfluos, para concentrarnos en lo verdaderamente importante. En la guerra, según Arkady Babchenko (Moscú, 1976), lo verdaderamente importante es cómo conseguimos posicionarnos frente a cuestiones que en la vida civil, estando presentes, sólo se dan en niveles de intensidad tan bajos que podemos llegar a no apreciar siquiera su importancia: miedo, deber, valor, honor, camaradería, disposición al sacrifico…Esto por lo que respecta al haber de la guerra; en el debe, estaría todo lo demás: la sinrazón, las muertes absurdas, el caos, la barbarie…