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Novedades en Crisis de Papel

  • Colección de nubes   José Miguel ViñasLos cielos retratadosViaje a través del tiempo y el clima en la pinturaCrítica. Barcelona, 2024.  “Los pintores son notarios de la historia”, se afirma en este libro, redactado con …
  • El humor, la poesía    Jaime García-MáiquezLa humana cosaPrólogo de Luis Alberto de CuencaRenacimiento. Sevilla, 2024. Jaime García-Máiquez es un poeta paradójico: muy de escuela, con claros y reconocidos maestros, y a l …
  • Qué hacer con la poesía   Raquel LanserosEl sol y las otras estrellasVisor. Madrid, 2024. La poesía es imprescindible; la mayoría de los libros de poesía que se publican son perfectamente prescindibles. O dicho con otras pal …

Novedades en Café Arcadia

  • Los papeles perdidos: Galdós en Aldeanueva   1GRANDES ESPAÑOLES Allá por 1910 o 1911, dos jóvenes periodistas  –Luis Antón del Olmet y Arturo García Carraffa– tuvieron la idea de publicar una serie de libros biográficos sobre “Los grandes es …
  • Los papeles perdidos: El misterio de la Quinta    1MARTINHO DA ARCADA En una esquina se encuentra sentado Fernando Pessoa. Su postura es muy semejante a la del famoso cuadro de Almada Negreiros. Una taza de café sobre la mesa, un cigarrillo en una …
  • Coraje y alegría: El arte de perder  Sábado, 22 de junioLOS NUEVOS MÁRTIRES Hojeo el periódico mientras llegan los amigos con los que he quedado para comer. Cuando llegan, no puedo por menos de comentarles una noticia.             —Di …
Autor: admin 14 enero 2006

Ted Kooser
Versión y nota preliminar de Hilario Barrero

Cuando nombraron a Ted Kooser el decimotercer poeta laureado de los Estados Unidos, reemplazando a Louise Gluck, declaró: “Intento en mis poemas tomar las cosas sencillas y mirarlas con una nueva luz”. Kooser, que es un maestro en el arte de la metáfora, escribe con una claridad que a veces deslumbra pero que nunca ciega. En sus poemas destacaríamos tres pilares básicos: precisión, claridad y sencillez, y en ellos se habla de herramientas, de un tatuaje, de un entierro o de un huracán. Es una poesía asequible, aparentemente fácil de entender. Sin embargo, no hay que dejarse engañar por la sencillez del poema. Escondidas o a flor de piel comienzan las posibles lecturas e interpretaciones.

Autor: admin 10 enero 2006

Julio José Ordovás

1.

Noches en las que todos los semáforos están en blanco.

2.

En un callejón sin nombre de una ciudad inventada. Un hombre mata a otro hombre, a puñaladas. Desde detrás de un cubo de basura, contempla un gato la escena. Yo soy el gato. Yo soy el único testigo del crimen. Un gato afantasmado. Y cobarde.

Autor: admin 7 enero 2006

Antón Arrufat

Donde el autor se cuenta

Estimados espectadores, quien se encuentra ante ustedes y tratará de corporizarse en lo posible hasta convertirse en cuerpo verbal, nació hace setenta años en una distante ciudad provinciana, Santiago de Cuba, distante de La Habana naturalmente, y que todo santiaguero, en mi juventud al menos, pronunciaba con cierta prosopopeya, dosis de envidia molesta, y como si en su entonación se encontraran mayúsculas marcadas, letras resonantes para exclamar “¡La Capital!”. Según me contaron mis padres, quienes al nacer primero que yo tuvieron la posibilidad de traerme al mundo y verme nacer, el hecho ocurrió un día del año 1935, el 14 de agosto. Yo puedo jurar que de tal nacimiento nada supe hasta pasados varios años, cuando empecé a tener eso, tan misterioso, que llamamos “conciencia”. Para aquellos aficionados al horóscopo occidental, nací bajo el signo incandescente de Leo, segundo decanato, gente que se caracteriza por su gran obstinación prepotente y voluntariosa, dada a las pasiones eróticas y políticas, y sin embargo propensa al suicidio cuando comprende que ha fracasado en sus proyectos o inclinaciones. Como resulta claro hasta este minuto, soy la negación viviente de tal afirmación zodiacal.

Autor: admin 4 enero 2006

José Ángel Gayol

Al margen de cualquier consideración pesimista, lo cierto es que a los anaqueles de bibliotecas y librerías siguen llegando volúmenes de cuentos en forma de antologías, de textos independientes, en los géneros más variados, sin medida de cantidad o calidad. Para un género, el del cuento, aparentemente en receso, cada año se editan nuevas obras, a menudo de gran valía y poca difusión, que sirven de espejos a una realidad literaria inagotable. El cuento se cultiva como un minifundio rodeado de los latifundios extensísimos de la novela y, a pesar de ello, encuentra sus lectores, que acuden como arqueólogos a la caza de las muchas joyas que nos regalan autores jóvenes o ya consagrados.