Portada

Novedades en Crisis de Papel

  • A la altura de las circunstancias  Simon ArmitageAvión de papel. Poemas escogidos 1989-2014Traducción, prólogo y notas de Jordi DoceImpedimenta. Madrid, 2024. La poesía sigue un movimiento pendular: tiende a acercarse o a alejarse lo …
  • Ensueño napolitano  Juan Antonio González IglesiasNuevo en la ciudad nuevaVisor. Madrid, 2024. En la corte de los antiguos virreyes de Nápoles, había siempre un acompañamiento de poetas. Como Garcilaso, como Aldana, com …
  • Contra el tiempo  Miguel Sánchez-OstizGeografía de la venturaSelección y prólogo de Alfredo RodríguezBartleby Editores. Madrid, 2024. El deliberado silencio o la ruidosa polémica que acompañaron a muchas de las obras …

Novedades en Café Arcadia

Autor: admin 28 noviembre 2006

Antonio Méndez Rubio: Por más señas
DVD, Barcelona, 2005

Hay libros cuya esencia —concepto, por otra parte, sinuoso y sutil al tiempo que engañoso y en muchas ocasiones malintencionado— resiste el asedio de la mirada crítica para crear nuevas miradas, dribla a los lenguajes ramplones de las categorizaciones y las etiquetas dejándolos pasmados en sus seguridades de fieros defensores, sobrevive en el filo del peligro constante del decir incompleto para poder decir “que se puede decir” y se rebela contra lo asumido porque la escritura también escribe el mundo. Y solicita entonces una respuesta, esto es, una exigencia de lectura que coloca al lector en la tesitura de ver(se) en una nueva tradición, de confrontarse al poema para extraer de él (del poema y del lector) no solo el chato zumo de lo evidente, sino el terco vínculo con lo no visible.

Autor: admin 27 noviembre 2006

Pilar Mañas: Cuevas
Renacimiento, Sevilla, 2006

La prosa de Pilar Mañas es una prosa precisa, sugerente, sedosa, una prosa que busca la veta poética que la realidad esconde y encuentra refugio en los huecos de ternura del alma humana. Mañas en sus novelas y relatos nos habla del mundo de las emociones y del deseo con su diferente medida del tiempo, nos habla de sueños, sentimientos y ternura (y del ruido que hacen cuando pasan), pero sobre todo nos habla de las cuevas de la memoria que no es otra cosa que la vida que importa acorralada por los canes del tiempo: todos tenemos un pasado heroico mientras tengamos memoria.

Autor: admin 25 noviembre 2006

Ignacio del Valle: El tiempo de los emperadores extraños
Alfaguara, Madrid, 2006

Tras El arte de matar dragones, el joven escritor asturiano Ignacio del Valle nos presenta una nueva peripecia investigadora del militar Arturo Andrade, ahora, tras pasar una temporadita en prisión y ser degradado de teniente a soldado raso, nos lo encontramos en Rusia purgando penas con la División Azul. Allí tendrá la oportunidad de recuperar momentáneamente su rango gracias a unos poderes especiales que se le proporcionan para que se encargue de investigar el caso de un divisionista que aparece degollado y congelado en mitad de un lago en pleno frente de Leningrado. Rodeado de caballos —también congelados— el cadáver es descubierto por los operarios de carnización, entre los que está Arturo. Y es Arturo, acostumbrada su vista al detalle detectivesco, el único en darse cuenta de que el soldado muerto tiene grabada en el cuello, justo debajo del tajo que le ha producido la muerte, una extraña frase: “Mira que te mira Dios”. A partir de este momento se sucederán un par de asesinatos más envueltos en rituales masónicos, y tanto Arturo como su ayudante —el sargento Espinosa— tendrán que emplearse a fondo para tratar de descubrir al asesino en serie, que va anotando frase a frase en el cuello de sus víctimas la siguiente retahíla: “Mira que te mira Dios, mira que te está mirando, mira que te has de morir, mira que no sabes cuándo”.

Autor: admin 24 noviembre 2006

Fernando Aramburu: Los peces de la amargura
Tusquets, Barcelona, 2006

“Nacemos solos, sufrimos solos, morimos solos, por mucho amor y solidaridad que haya en el mundo”. Así, con estas palabras que escribe Miguel Torga en La creación del mundo, abre Fernando Aramburu, escritor vasco afincado en Alemania, No ser no duele, anterior libro de relatos, donde ya en uno de ellos, “Inauguración de la cuesta”, aunque de un modo quizá algo más sutil, menos descarnado, trataba el tema central de todos estos textos que hoy nos ocupan: el terrorismo vasco y sus devastadoras consecuencias, las víctimas, la injusticia que se cierne sobre los perdedores, la violencia callejera y la lucha armada. Todo ese dolor, visto desde los más variados ángulos, que, de un modo más o menos silencioso, según los casos, las situaciones, las familias implicadas, se extiende desde hace demasiados años por un país, el vasco, hermoso y algo contradictorio. Ahora dicen que las cosas pueden cambiar, y seguro que así será, pero esta historia aún no está escrita. Mejor esperar. Esperar confiando.

Autor: admin 22 noviembre 2006

Anita Fair: Las nueve caras del corazón
Alfaguara, Madrid, 2006

Si con sus dos primeras novelas traducidas al español, Un hombre mejor y El vagón de las mujeres, Anita Nair (Shoranur, Ketala, 1966) señaló la llegada de una escritora sensible que podía ahondar con sutiliza y vigor en las personalidades de sus personajes llevando al lector a una atmósfera altamente sugerente. en su nueva entrega, Las nueve caras del corazón, la escritora india nos ofrece una novela ambiciosa y difícil en donde la autora despliega todos sus medios para estirar aún más los límites geográficos de la imaginación.

Autor: admin 22 noviembre 2006

Julio José Ordovás

¿Qué escribo?

Estoy sentado a los pies de la catedral de Friburgo. Son las 18.20 h. de una muy agradable tarde de septiembre. Suenan las campanas de la catedral. Deben de tocar a misa, sí, porque cuando enmudecen, a los pocos minutos, empieza a sonar el órgano, señal de que ya ha comenzado la ceremonia. Qué fúnebre solemnidad la del órgano. Latín y cirios.

Mañana a estas horas estaré volando de vuelta a España. Volar, volver, volver volando, volar volviendo: el aburrido estribillo de siempre. No quisiera abandonar la ciudad alemana sin antes escribir algo sobre ella. Pero ¿qué escribo? ¿Que Friburgo viene a ser algo así como un Oviedo germano o como un San Sebastián sin mar? ¿Escribo sobre sus pequeños canales y sus enormes cuervos y sus numerosas joyerías y sus incontables bicicletas? ¿Escribo sobre la placidez en la que parecen transcurrir las vidas de sus habitantes? ¿Escribo sobre la Selva Negra, sobre el cerco majestuoso que la envuelve y aísla y protege? No, no es eso lo que quiero escribir sobre Friburgo. Entonces, ¿qué quiero escribir?

Autor: admin 21 noviembre 2006

David Gilbert: Los normales
Traducción de Ángeles Leiva
Mondadori, Barcelona, 2006

“La tibieza del sentimiento nunca cambia”. Así comienza una de las mejores novelas norteamericanas de los últimos tiempos. Billy Shine, licenciado en Harvard con el dinero proveniente de un suculento préstamo, se descubre en Nueva York sin trabajo, con una deuda que ha de devolver y una formación cultural y humanista, sin la aplicación práctica para encontrar empleo en la selva de la Gran Manzana. Billy decide abandonar a su novia y durante las primeras páginas asistimos a un vibrante recorrido por la historia más inmediata del protagonista y por la agonía de la redacción de una carta de despedida, en la que el sentimiento de abandono no se puede ocultar con ninguna fórmula del lenguaje. Trata de que su deserción no suene a tal, pero no es capaz de llevar la tarea a cabo. Una tibia amargura anuncia la traición. Casi mantenido por su novia y acosado por las deudas, que no puede satisfacer, acepta la llamada de una empresa médica que solicita voluntarios “normales” para la inoculación de un nuevo fármaco, que ha sido probado en animales, pero que necesita contrastarse en seres humanos.

Autor: admin 21 noviembre 2006

Hilario Barrero

A las cuatro ya es noche total en este día con lluvia, con olor a leña quemada y a tierra mojada. Voy a la biblioteca de Brooklyn a devolver tres películas: The seventh seal, Shoot the piano player y Belle du jour. El tiempo no perdona. La única que se salva es la de Bergman. Luego me acerco a la sección de libros en español. Encontrar un libro concreto es a veces imposible. Los lectores cambian los libros intencionadamente o sin saber. La mayoría está más interesada en leer libros de sexo, de astrología, de consejos, de cocina que libros de literatura. Hoy, mirando distraídamente por los anaqueles, me fijo en un título que, evidentemente, sobresale del resto. Se llama Cómo enloquecer a su mujer en la cama, de una tal Susana Wright. Lo abro y veo que tiene la solapa marcando el apartado que habla de “Cunnilingus”. La autora describe con un lenguaje seudocientífico y erótico cómo lamer la vagina en la que aparecen jugos de diversos olores y sabores. La señora Wright aconseja que el hombre no deje de lamer los labios vaginales y morder suavemente el clítoris a la amada si realmente quiere que esta enloquezca. Me doy cuenta de que el libro está en el lugar equivocado, que algún jovencito ansioso de saber más de sexo o de calentarse con la prosa de la autora, lo ha pasado de la estantería donde están los libros de temas sexuales, y que es muy obvia, a esta más seria donde paradójicamente la obra de la mujer fogosa está flanqueada por La llama doble de Octavio Paz y El loco de Khalil Gibran y no muy lejos de Para mayores de cuarenta años, de Willa Cather.

Autor: admin 20 noviembre 2006

Alfonso López Alfonso

Ya muerto, ya de pie, ya inmortal, ya fantasma,

se presentó al infierno que Dios le había marcado,

y a sus órdenes iban, rotas y desangradas,

las ánimas en pena de hombres y de caballos.

(Jorge Luis Borges)

Cosas de andar por casa

No recuerdo haber escuchado en la infancia demasiadas historias sobre guerrilleros, sobre “los del monte”, los “huidos”, “bandidos”, “rojos”, etcétera. Por Moncóu ­había pasado la guerra y se había llevado a los mozos que estaban en quintas y a los que ya no eran tan quintos. El abuelo hablaba de vez en cuando de las penurias pasadas con el ejército nacional por Extremadura, de los muertos, las trincheras, las balas y la sangre, pero nunca le oí hablar de los maquis o de la guerrilla antifranquista. Quizá por eso convertí en pariente cercano al primer guerrillero del que tuve noticia.

Autor: admin 17 noviembre 2006

Mariano Arias

Hace siglos un monje benedictino descubrió un eficaz método para urdir ficciones y encandilar a los novicios y clérigos del monasterio. No le movía ningún interés mercantil, ni siquiera fraternal o de enriquecimiento espiritual personal. El monje, llamado fray Bartolomé, estaba encargado de las labores de consejero del abad y de formación en el solitario monasterio de Entrepeñas. Era hombre culto, joven en la Orden benedictina, bien considerado, riguroso en sus funciones y emprendedor en cuantas labores se le encomendaban. Disciplinado y estudioso, alegre y de espíritu jovial era además el mediador de la Orden con el exiguo mundo exterior que podían conocer los clérigos.