Joaquín Collantes
Auschwitz y la poesía
—¿Cómo escribir poesía después de Auschwitz —se preguntaba el filósofo Theodor W. Adorno, que no había estado en Auschwitz.
—Con lápiz y papel… como remedio para sobrevivir —contestó el poeta que sí había estado en Auschwitz.
Sin respuestas
En vista de que Dios no respondía a sus preguntas el teólogo consultó Google.
Frac
El escritor asocial, arisco, amargado y alejado de la vida mundana por decisión propia, corrió a comprarse un frac cuando le concedieron el Premio Nobel.
Viajes de Gulliver
De una agria discusión seguida de una violenta pelea con el Enano del Circo salió victorioso. No así del enfrentamiento con el Forzudo —un gigante de 2,38 metros de altura—, que le partió la cara además de tres costillas. Y Jonnathan Swift se retiró, herido y humillado, reconociendo su derrota pero al menos, con tema para escribir sus Viajes de Gulliver.
Obras Completas
Empezó a escribir tan tarde que empezó por sus Obras Completas.
Kilos
—Me pesa el alma —dijo el filósofo, deprimido.
—Pues yo creo que, además, le sobran diez kilos —insinuó el endocrino.
Pesimismo filosófico
El filósofo pesimista y amargado se hundió aún más en el pesimismo y la amargura al ver que su última obra se convertía en un best-séller mundial. En su desesperación a punto estuvo de donar los derechos de autor a una ong, pero su familia, que era optimista y alegre, afortunadamente, lo impidió.
Ulises
James Joyce, indignado ante las críticas a su Ulises, decidió escribir Finnegan’s Wake, para que se enteraran.
La metamorfosis
Gregorio Samsa se despertó una mañana —según nos cuenta Kafka en La metamorfosis— convertido en un escarabajo. Al contrario que el escritor, que se levantaba siempre siendo él mismo… aunque corriera al espejo para comprobarlo.
Valor ético
Dispuesto a cuestionar el valor ético del Capitalismo, lo primero que hizo el filósofo crítico, aunque previsor, fue sacar todo su dinero del banco.
Toque poético
Le gustaba imprimir un toque poético a su trabajo… a pesar de ser redactor del boe.
Numancia
La destrucción de Numancia fue narrada por Polibio, pero el texto se perdió. Afortunadamente había sido copiado por Posidonio y luego resumido por Apiano, para ser copiado de nuevo por Publio y después por Teofrasto. En el siglo xiii se copió como palimpsesto por el monje Graciano y de nuevo copiado y resumido durante el Barroco. En el siglo xx se pasó a máquina y después a ordenador, y en el siglo xxi a través de medios digitales, que es el texto que ha llegado a nosotros. O sea, que se pueden imaginar…
Bella mentira
Homero era un bardo que recopiló la información oral que recorría Grecia sobre la Guerra de Troya, 500 años después del suceso. Y la Ilíada se escribió 150 años después de la muerte de Homero. Y a pesar de eso: qué mentiras tan hermosas.
Arcaico clásico
—Mi pensamiento es clásico, no arcaico —dijo el filósofo arcaico, no clásico. ■ ■